German Cando “Gran Jugador”.
Esta era la expresión que él utilizaba muy a menudo, medio en broma medio en serio, cuando se refería a algún compañero del club.
Jugaba de 10. Un 10 duro, buen defensor y mejor placador. Eso sí, si jugabas en el ala, con él pocos balones te iban a llegar. El nunca bien ponderado “rugby a 10”, muy británico y propio de los 80 en contraposición al rugby champagne francés.
El jugar con esos ovales que absorbían el agua de lluvia de tal manera que los hacían pesados como piedras y resbaladizos como truchas y que no se te cayeran al suelo era una hazaña, así que German, para evitar problemas, prefería quedarse con él y jugarlo cerquita, con los “gordos” de la melé o pegarle una patada “p´alante”.
Comenzó a jugar a rugby allá por el año 1982 cuando inició sus estudios universitarios en la facultad de económicas de Sarriko, de naranja y negro. Ahí coincidió con jugadores del Bilbao Rugby Club como Txus “Naranjito” y Josu Elizarán y del Universitario XV RT como Estankona, o Edu Fernández o Santi Carrillo.
Luego logró liarnos a un par de amigos de su cuadrilla del colegio de toda la vida para probar y nos enrolamos en el Universitario XV RT en la temporada 85/86 porque nos pillaba cerca de casa el mítico campo de fútbol “el infierno de Sani” donde entrenaba el Club.
En la temporada 1986/1987 cambió el naranja y negro de Sarriko por el azulón del Universitario XV RT, hasta que un fatídico accidente de tráfico sufrido en agosto de 1990 lo dejó maltrecho, impedido y en silla de ruedas.
Pese a ello venía a ver los partidos que su situación física le permitía, haciendo siempre gala de su buen humor. Con su tableta y su puño derecho en forma de garra escribía como podía para comunicarse. No le daba la mano lo suficiente como para que la pantalla de su pequeña tableta reflejase y transmitiese todo lo que nos quería decir.
Tras muchos años de luchar contra una situación injusta, desde esta mañana ya descansa en paz. Te echaremos de menos. Ya te estamos echando de menos.
Amigo, busca a Bibis, a Txibi, Beto, Becerro, Patrick y disfrutad compartiendo esas anécdotas de terceros tiempos interminables, de partidos inolvidables y de entrañables compañeros y adversarios con los que compartisteis golpes y cervezas.